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Los sellos o empaques hidráulicos tienen como función sellar un cilindro para evitar el paso de flujo o fugas que puedan afectar el proceso en cuestión, permitiendo que el cilindro trabaje de manera más eficiente.
Existen diferentes tipos de sellos, y la clasificación también puede variar acorde a la parte en la que van ubicados, el movimiento que tienen o por el material en el que están fabricados.
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En el primer caso, los más utilizados son para pistones, vástagos, limpiadores, de doble acción, para guías de desgaste y cilindros neumáticos, solo por mencionar algunos ejemplos. Aquí, sus funciones también son variadas y pueden ir desde la transmisión de la energía, evitar roces o limpiar hasta evitar fugas de líquidos o aceites.
Los sellos hidráulicos proporcionan estabilidad a cualquier maquinaria.
Dependiendo del proceso, los empaques hidráulicos también pueden ser estáticos, que es cuando no están sujetos a ningún tipo de movimiento al presurizar; o dinámicos, que es cuando el sello es sometido a un movimiento axial y/o radial al momento de presurizar.
Los sellos pueden estar fabricados en una amplia variedad de materiales, los cuales están determinados por las condiciones operativas específicas del equipo, así como por el tipo de flujo, presión o temperatura del proceso, por lo que es necesario tomar esto en cuenta para elegir el aro adecuado.
Para facilitar esta elección, expertos de la empresa Fabriempaques y Maquinaria Industrial nos explican las funciones de los materiales más comunes:
• Vitón. Este es uno de los elastómeros más resistentes a todos los factores deteriorantes, como productos químicos, inorgánicos, ácidos y concentrados, además es capaz de trabajar bajo temperaturas de hasta 260°C.
Gracias a estas características suele aplicarse en procesos que otros elastómeros no resisten, como los de la industria petrolera, en procesos químicos y petroquímicos, en tanques de acetonas o ácidos, por mencionar algunos ejemplos.
• Silicón. Es uno de los materiales más populares. Los empaques de este material pueden soportar temperaturas de trabajo que van desde -60°C hasta 250°C. Tiene una excelente resistencia al intemperismo, ácidos y bases, y una resistencia regular a aceites.
Sus principales aplicaciones son en la industria alimenticia y farmacéutica, así como en la biotecnología y en calentadores solares.
• Neopreno. Este material ofrece una buena resistencia al aceite, gasolina y solventes de hidrocarburos, así como una resistencia superior a fluidos hidráulicos con base en petróleo, y a temperaturas de servicio de -53°C a 148°C.
No se recomienda para aplicaciones donde haya solventes oxigenados y exposición a ozono y luz solar.
• Poliuretano. Debido a su excelente resistencia a la abrasión y mecánica y a su capacidad de trabajar bajo temperaturas de hasta 70°C, suelen utilizarse para el transporte y almacenamiento de elementos sensibles a descargas electrostáticas.
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Los empaques también pueden estar hechos de otros materiales como teflón, hule natural, EPDM, grafito o hule tramado, pero los antes mencionados son los más comunes.
Un cilindro puede tener varios tipos de sellos y tomar estas características en cuenta puede ser de gran ayuda para elegir el correcto para el lugar correcto.
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